Soy una mamá real.

No por escribir desde este blog o estas redes significa que soy una madre perfecta. Jamás he pretendido que se piense eso. Soy una madre de carne y hueso, como tú que me lees.

Todos los días aprendo algo nuevo, sigo preguntando a otras madres. Hay temas que no domino y que la cotidianeidad me obliga a investigar. Afortunadamente hay mucha información y eso en algunos casos facilita el aprendizaje de algunos temas.

Comparto a través de estas redes un estilo de crianza con el cual me siento identificada y sobre todo en el que creo pero eso no me hace perfecta, no quiere decir que en casa todo es color de rosa, no lo es.

Te cuento…

Todos los días me despierto con la firme intención de ser mejor madre, por las noches pienso «hoy pude haber hecho mejor esto, tal vez mañana me esfuerce más en esto». Soy del tipo de personas que si hará algo lo hace bien y mi maternidad ha sido un gran reto que se confronta con esa parte de mí personalidad así es que, he tenido que aprender a manejar mi frustración y acepto que ha sido sumamente difícil.

Siempre he apostado por la comunicación sana y asertiva sobre todo ahora con mi hija pero también soy humano. Dos años he trabajado incesantemente en mi temperamento y a veces tropiezo. Cada día tengo más claro que no soy perfecta y he descartado de mis planes serlo.

Hace poco tuve un día complicado y coincidió con uno de ella y buenoooo!, la casa echaba lumbre. A media tarde rompí en llanto, iba manejando y tuve que detenerme para respirar tomar aliento y después disculparme con ella. Ella desde atrás me decía “mamá no lloles”, no me preocupa que me vea llorar para mi es importante que sepa que mamá es fuerte cuando es necesario pero que también puede llorar porque siente y a veces la pasa mal.

Resulta que teníamos prisa y el estrés hizo de las suyas, ella no cooperaba y todo empezó a salir mal. Después de un estira y afloja logre entender lo que ella necesitaba y volvió la calma pero dentro de mi había algo que me hacía sentir mal, entre llantos tome el teléfono y le escribí a mi esposo “soy la peor madre del mundo” entre varias palabras que me dijo estaba la frase; “No pasa nada, es normal que te desesperes de vez en cuando y eso no te hace una mala madre, te hace una madre real”

Tal vez nos conocemos tanto que supo cuáles eran las palabras que yo necesitaba en ese momento. Caí en cuenta; SOY UNA MADRE REAL! No hay nada detrás de eso más que lo que soy, un humano.

Intento ser lo mejor para ella pero las madres tenemos días en que simplemente las cosas no fluyen y eso no implica que no sepamos ser madres, más bien esos días malos debemos convertirlos en aprendizajes. Ese día aprendí algo valioso: Siempre hay oportunidad de rectificar y mejorar.

Se vale sentir de todo pues así es la maternidad, llena de dualidades. Somos personas construyendo a pequeñas personas y detrás de cada una de nosotras hay; sentimientos, temperamentos y una historia de vida, todo eso se combina para ejercer nuestra ardua labor.

No tengas miedo a equivocarte, convierte esos días difíciles en experiencias y aprendizajes después úsalos a tu favor, haz de tus debilidades fortalezas, aprende con tu hijo y crece con él. Tenemos a nuestro favor su profundo amor, tu hijo jamás sentirá que has fallado.

Habrá días que pienses que echaste todo a perder pero siempre habrá un día nuevo para ser mejor. Seca esas lagrimas, abrázalo y déjate llevar.

5 comentarios en “Soy una mamá real.

  1. crissbauher dijo:

    ASÍ ES ERES UNA MADRE REAL COMO YO QUE TE ESTOY LEYENDO Y SE LO QUE ES TENER DÍAS DIFÍCILES, UNO NO NACE SABIENDO Y TAMPOCO TENEMOS UN INSTRUCTIVO QUE NOS DIGA COMO HACER LAS COSAS, EL SIEMPLE HECHO DE HACER LAS COSAS A COMO TIENEN QUE SUCEDER NOS VA ENSEÑANDO QUE ES BUENO Y QUE NO Y COMO DEBEMOS TOMAR LAS COSAS A COMO VAN LLEGANDO… TU POST ME HIZO PENSAR MUCHO EN MI CUANDO NACIÓ MI PEQUEÑA, HASTA EL DÍA DE HOY PUEDO DECIRTE QUE AUN NO ENTIENDO MUCHAS COSAS..!!! FELIZ DÍA

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  2. yuuko_san dijo:

    Hola. Me gustan muchos tus pics y me llamó mucho la atención el título de este artículo y bueno, lo leí jajajaja. Es triste pero nos educan o educaron para eso, no hablo de mis padres, hablo de la sociedad, la sociedad te dice que debes verte perfecta y que tus hijos hablan por ti asi que debes tenerlos perfectos y eso genera estrés en una madre y más en una primeriza.

    Estoy muy de acuerdo con lo que pones ¡Soy una madre real! pero qué pasa con esos momentos en los que de verdad no debes fallar. Hace poco jugaba con mi nene y literalmente se salió de mis manos y cayó al suelo, de cabeza, fue horrible, mi hijo lloró mucho y yo tenía y aún tengo el temor de que tenga secuelas. Seguro cualquier madre que lea esto dira «¿en qué estabas pensando? Aún hoy día no lo sé, no entiendo qué pasó, me distraje? o que? Me siento muy agradecida con Dios porque está bien pero y si me equivoco en algo más grande? … cómo hago para que esas cosas no pasen? He tratado de tomarlo como una experiencia y definitivamente ya no juego con mi hijo de esa manera… pero ya no me quito ese sentimiento de ser una mala madre, un inconsiente que juega con la vida de su hijo. Me explico?

    Gracias por tu artículo.

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    • mividademadre dijo:

      Gracias por lo de las pics. Te entiendo perfecto, como humanos estamos propensos a fallar, a equivocarnos y de ahí aprender. Hace pocos meses tuve un incidente Como tú; mi hija tenía hambre, baje rápido, la puse en su silla y en lo que calentaba escuche un golpe fuerte. Se cayó de la silla y es una silla alta, mi error no haberle puesto los cinturones 😦 me sentí muy mal al recogerla del piso toda pálida del susto y ni qué decir de mí con el corazón fuera del pecho. Fue la última vez que olvide ponerle los cintos, te entiendo perfecto una quisiera no fallar jamás pero es parte de nuestro aprendizaje día a día. Te mando un abrazo de una madre real a otra.

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